,,,y entonces llega la noche
cuajada de presagios
y reorienta su horizonte
hacia la sed que hay en mis
labios
y despliega un bello manto
en su techo abuhardillado
donde esparce mil estrellas
que yo cuento sin desmayo
y reordena el equilibrio
de mis sueños más precarios
dibujando un verso alado
con el tacto de sus manos
y me roza con su trazo
y su Luna estira un brazo
y en mi cielo posa un lazo
que procura mi descanso …
Tus versos mecen suavemente,
ResponderEliminartus palabras acarician el alma.
Una belleza suaves y dulce como una nana.
una lluvia de besos
Cuánta sensibilidad hay en tus versos, y la luna se alcanza con ellos.
ResponderEliminarUn beso.
siempre
ResponderEliminarhay un antes y un despues
Gracias Quique, por deleitarnos con este poema nana, lleno de belleza y sutileza, y ¿cómo no? con este hermosísimo Nocturno de Chopin…ufff ídolo desde mi niñez, el gran poeta de la música, para mi, el más grande.
ResponderEliminarComo para quedarte aquí para siempre.
Espero en adelante ver tus actualizaciones, esta tampoco la he visto, pero al menos me ha dejado seguirte, aunque incluyendo contraseña.
Un beso muy grande.