Llevas en la voz un beso
y en tu piel un día de invierno
que despunta a primavera.
Llevas en tu alma inmerso
el fragor de un tiempo nuevo
disfrazado de promesas,
esperanzas y amuletos.
Llevas en tus ojos presos
la ternura arracimada
de un latido sin complejos.
Llevas además un verso
que conjuga y es espejo
de mis ojos que aun ya viejos
vislumbran tus vivos reflejos.
Llevas en tu abril intenso
ese ardor desbaratado
que aún pelea por no serlo.
Llevas sin saberlo un cielo
tatuado en tu silencio
presumiendo deletrearte
cuando nadie sabe leerlo.
Llevas en tu pecho abierto
un crepúsculo emergente
borboteando sotaventos
y un rubor procaz y hambriento
adosado a tu cintura
que despierta mis instintos
e ilumina mi universo.
Llevas en la voz un beso
y en tus pulsos un te quiero
que yo aquí transformo en versos…
lo lleva todo
ResponderEliminarno debería irse
saludos