Es esta
angustia de vivir y no vivirte,
esta
indolencia esclava
de todo
lo que no seas tú,
esta
calma que no llega
a
desterrar la incertidumbre
de
pensar si soy motivo
del más
hondo de tus versos,
esta
ilógica certeza
de que
nadie tiene dueño
salvo tú
de mis adentros,
esta
lluvia de cristales
desgarrando
los ojales
de todas
mis horas muertas,
esta
calle que no escribo
por
temor a que se pierda,
este
bosque sin memoria
recordando
que eres cierta,
esta
terca paranoia
fragmentándome
la lengua
que te
grita y no te encuentra,
esta
noche que es eterna
como el
eco de un pecado
que no busca
penitencia,
esta
acera desatenta
que me
olvida y desorienta,
esta
euforia enmudecida,
esta
boca que te piensa,
esta
brisa en mis orillas,
esta
llama que arde y tiembla…
…esta
lluvia que no cesa…
Esa lluvia nos abre las entrañas en canal, derramando rios de letras escarlata.. espero que cese la (tu) lluvia
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Hermoso tema de Yiruma .. eriza la piel al leerte y escucharlo
Un beso
Una lluvia que no cesa, una lluvia que cae derramada de nostalgia, gota a gota, esa lluvia que impide ver el sol.
ResponderEliminarIntenso tu poema, llega muy adentro.
Un beso.
Algún dejará de llover, algún día dejaremos que el sol se cuele por nuestra piel y para eso hay que renovarla, prepararla, que sea nueva, sin señales ni cruces ni disparos, hay que cerrar para poder abrir.
ResponderEliminarYo también tiemblo cuando te leo porque te sé.
Nadie tan poeta como tú, nadie que se lo crea menos.
Beso
Conozco esa melodía, pero soy incapaz de escucharla ahora mismo, por lo que duele.
ResponderEliminarDejará de llover algún día y nuevamente el sol despertará en tu piel.
ResponderEliminarUn beso.