Qué alta
estás ,
qué alta
estás tú de mí...!
Se diría
que la sombra
apenas
te alcanza ,
que la
suave brisa
que mece
tu cuerpo
para
hacerte ascender
aún más
hacia un cielo
que
esclavo de tu luz
sólo espera
tu despertar
para
sentirse vivo ,
esa
infinita brisa
que todo
lo mueve
salvo mi
pensamiento
de ti ,
es cómplice
de tu
altura , amante
del aire
que respiras ,
insumisa soñadora
del susurro
de tu piel …
Qué alta
estás , sí ,
qué alta estás tú de mí...!
ResponderEliminarRecuerdo este poema, y cuanto me gustó.
También ahora, mucho, y es que la belleza se aleja del tiempo y así no la toca y siempre es, nunca se va.
Gracias, poeta.
Un abrazo, también una sonrisa.
m.
Las sombras no pueden alcanzarla, tan sólo pueden seguirla y acompañarla.
ResponderEliminarUn beso.
Hermoso.
ResponderEliminarAbrazo