Pensé que ya no venías
cuando un día te distinguí
por un pequeño resquicio
de mi pensamiento …
Saltabas entre las olas
hilando sueños de espuma
bajo un cielo de agua incierto
cuando no sé cómo reparaste
en la melodía de un verso
que sólo a mí te sonó
sin yo mismo pretenderlo .
Saliste entonces del agua ,
secaste mi piel de invierno ,
cubriste de flores mi cama ,
soportaste algún infierno ,
y hoy estás aquí a mi lado
aún sin tú misma saberlo
tejiendo una red de caricias
que sutura mi esperpento ,
respirando en mis mareas
y anegándome el aliento
y amueblando con tu brisa
un rectángulo de cielo
de amplias puertas abiertas
como son tus ojos ciertos …
Y yo que pensé que ya no venías
y de nuevo te siento brotar
entre mis versos hambrientos …
Porque todo ocurre cuando debe... ni un instante antes ni uno después... cuando uno ya no busca, ya no espera... entonces llega, entonces brota... y se (re)encuentra.
ResponderEliminarUn beso.
Sobra decir que cualquier momento inesperado es deseado, máxime si se es recibido en la guisa de la foto
ResponderEliminarLlegó y se quedó entre tus versos.
ResponderEliminarUn beso.
Los resquicios suelen ser eso, resquicios, aberturas pequeñas... pero por ellas se cuela cualquier cosa, sobre todo si eso tiene mucha luz... Y entonces, te despierta... Y te cubre..., y te envuelve...
ResponderEliminarMagdalia.
Y se queda en tu mente... Y otro día, perdido, sin saber... regresa esa luz... y vuelve a inundarte...
Hoy no me es sencillo comentarte, solo decirte que te entiendo perfectamente
ResponderEliminarun besito tb para ti
Si.... a veces cuándo no se espera es cuándo algo vuelve a brotar dónde parecía que ya no había nada...
ResponderEliminarPrecioso... como siempre....
Un besazo
Hay tanta belleza en tus verso.... que me has dejado sin palabras.
ResponderEliminarUna preciosidad de poema.
una lluvia de besos