Ni la más brillante
cúpula que circunda el universo
Ni el abrigo de mis ganas puesto siempre del revés
Ni tu calle endurecida
con esquinas sin reverso
Ni el refugio de un
recuerdo deseando que aún estés
Ni la duda exasperante
en tu infierno pasajero
Ni el capricho más
esquivo en mi cielo de papel
Ni el desnudo abril
hirsuto engalanado de deseo
Ni el destello
irreverente de un cometa entre tus pies
Ni el abrazo
compartido de un poema en mis andenes
Ni la duda
inconsecuente establecida en el ayer
Ni la pérfida
memoria desandando mis vaivenes
Ni la exigua
moratoria de un te quiero que ya no es
Ni la incólume
caricia que respira entre mis sienes
Ni el preciso
purgatorio de un pecado sin doblez
Ni la herida
amortajada que aún desangras cuando vuelves
Ni este absurdo obituario que me estampa en tu pared
Y es qué volver, siempre es esa escalera por la que volvemos a caer una y cien veces.
ResponderEliminarBesitos Quique
He escuchado la canción y me ha gustado mucho.
ResponderEliminarEstoy un poco agilipollada. Disculpa